La seducción del poder


De política y farándula...

Magaly Medina tuvo rol protagónico en el 'Caso Richard Swing.

Furia y desmesura de comunicadores, peluqueros, cantantes y bailarinas en cargamontón contra Richard Swing. ¿Hay otros intereses tras esta sobrerreacción en contra del exdeportista? Hija de Lucila Campos desmintió que haya vendido patrimonio musical de su mamá; hoja de migración precisa que Swing sí visitó Canadá, pero en 2013 no en 2017.


Por Wilder Buleje



Durante más de catorce días la prensa de farándula, a través de la televisión y las redes sociales, consiguió interesar al periodismo en general por el ‘caso Richard Swing’, por presunto cobro indebido de prestación de servicios al Ministerio de Cultura (Mincul).
La campaña ha tenido tal vigor que la antropóloga Sonia Guillén renunció el viernes pasado y fue reemplazada al día siguiente por Alejandro Neyra, quien ya había ocupado la oficina principal de esa cartera ministerial.
Es decir, el cargamontón mediático de la prensa de espectáculos tuvo consecuencias políticas y eso es lo nuevo en este proceso. Al parecer, los actores mediáticos de la farándula anhelan una influencia mayor al que ya poseen en su espacio natural.

Zoila García, hija de la desaparecida Lucila Campos, hizo claro desmentido. A la derecha, el movimiento migratorio de Richard Cisneros no lo registra en Canadá en 2017. 

Todo parece indicar que Richard Swing, un exvoleibolista de alta competencia, actuó como una especie de detonante. Lo identificaron como personaje autónomo con llegada a Palacio de Gobierno y ascendencia en las esferas del poder político. Lo convirtieron en blanco y lo expusieron ante la opinión pública.
Sin embargo, en la desesperación por hundir a Richard Cisneros Carballido se cometieron dos gruesos errores: acusarlo de haber adquirido a precio ruin los derechos musicales de la desaparecida cantante Lucila Campos y señalar que había visitado Canadá en 2017, semanas después que Martín Vizcarra asumiera como embajador en ese país.
La primera mentira fue desmentida por la propia hija de Lucila Campos, la señora Zoila García en el diario Trome. La segunda se cae con la hoja de migraciones, que presentamos en esta nota, en la cual se precisa que Richard Cisneros sí viajó a Canadá, pero en 2013. El único viaje realizado por esta persona en 2017 fue a Panamá.

Debido a estas gruesas fallas de la campaña mediática farandulera habría que dudar de las otras acusaciones y pasarlas por un filtro mucho más exigente. En todo caso, el tema ya se encuentra en Fiscalía. También la Contraloría está haciendo su trabajo. Lo sensato sería esperar que ambas entidades emitan sus primeras conclusiones.




CONTRAGOLPE

Por lo pronto, en su cuenta de Facebook, Richard Cisneros publicó la carta que le envió a Magaly Medina, conductora del programa ‘Magaly TV: La Firme’, para que se rectifique sobre el supuesto viaje realizado en 2017 a Canadá para coincidir con el entonces embajador Martín Vizcarra.

De acuerdo con fuentes vinculadas a la defensa legal de Cisneros Carballido también se enviarán cartas a Beto Ortiz, quien dio cuenta de la supuesta venta de los derechos musicales de Lucila Campos; y Mauricio Fernandini, quien alertó sobre supuestas quejas de los vecinos de Cisneros Carballido por supuestos excesos de éste.
Carta dirigida a Magaly Medina por Richard Cisneros.

En fin, serán más los involucrados en este contragolpe legal de Richard Swing: peluqueros, cantantes, bailarinas y un largo etcétera. En fin, aquellos quienes opinaron con argumentos sin fundamento en ese cargamontón mediático de catorce días.
Los abogados de Cisneros Carballido consideran que pese a ganar en las instancias judiciales las querellas que se van a interponer, “resultará muy difícil reconstruir la vida profesional de nuestro cliente”.


FARÁNDULA Y POLÍTICA

La farándula siempre anduvo cerca de la política. Los gobernantes se aproximaban a los artistas para tratar de aprovechar sus enormes oleadas de popularidad y hacerse más potables en sus momentos críticos o durante procesos electorales.
También algunos artistas se acercaron a los gobernantes para pedir por sus gremios y, como no, para algunas solicitudes personales. Ese era, más o menos, el ámbito de las relaciones entre ambos espacios.
Pero los artistas también fueron tentados para alcanzar municipalidades, ministerios, etc. Hasta que Andrés Hurtado (Chibolín, durante su vida artística) manifestó hace poco su deseo de alcanzar Palacio de Gobierno y en ese camino se encuentra. Sin prisa, pero sin pausa.

Andrés Hurtado (Chibolín) destacado por el diario Peru 21 en su faceta política.
En estos días de pandemia por Covid-19 también emergió con enorme fervor político Aldo Miyashiro, aunque sin manifestar ningún interés por cargo público. Sin embargo, en loable acción, cada noche ofrece a través de ‘La Banda del Chino’ un recuento de la ayuda en alimentos, medicamentos y vestimenta que entrega a los sectores más humildes de la capital.

Aldo Miyashiro realiza intensa campaña de ayuda a sectores vulnerables en plena pandemia.
Sorprende, eso sí, que tanto Andrés Hurtado como Aldo Miyashiro, ambos gozan de enorme popularidad en los segmentos mayoritarios de la población, no aparezcan en las encuestas de preferencias políticas. Mientras que sí lo hacen personajes silentes y estáticos, con la excepción del congresista Daniel Urresti, en este estado de emergencia.
Un sector influyente de la farándula dio un paso, meditado o no, para mostrar su peso específico en el ámbito político. Quizá el caso Richard Swing haya servido para mostrar esta faceta de un sector que aparecía usualmente como neutral en el quehacer nacional.

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