1832: Acerca de los orígenes del fútbol peruano
1832:
Perú Pionero del Fútbol. La obra de investigación de Ítalo Sifuentes que
precisa la fecha del nacimiento del fútbol en América. |
Por Justo Linares Chumpitaz
Periodista con el carné N°151 del Colegio de Periodistas del Perú
El prolífico autor
literario, periodista y académico, Ítalo Sifuentes Alemán, ha escrito y
publicado el libro 1832 que trata acerca del nacimiento del
fútbol peruano, ocurrido en aquel duodécimo año de la independencia del Perú
del dominio español. La prolija investigación, sin duda alguna, corrige la
fecha casi sagrada y definitiva, que situaba a nuestro fútbol como aparecido en
las canchas de Lima allá por agosto de 1892.
El hallazgo de Ítalo Sifuentes particularmente me apasiona, pues a partir de 1960 hallé en la Biblioteca Nacional del Perú la fuente fundamental para escribir notas del pasado histórico peruano. Tengo la dicha de haberme registrado con el carné número 2131, en el Departamento de Niños, abierto a fines de 1947 en dicha BNP. Mi inscripción data de abril de 1948 en que empecé a estudiar el cuarto año de Primaria en el colegio “Moderno”, de la cuarta cuadra del jirón Huallaga, a unos pasos de la Biblioteca Nacional.
Después de Europa, en Perú empezó la difusión del fútbol en América. |
Mi afición por el dato histórico-periodístico certero me llevó a conocer al más acreditado historiador deportivo de entonces, don Alberto Cajas Ubidia quien tuvo la amabilidad de invitarme a su hogar, en Pueblo Libre, para hablar sobre la especialidad que le daba a él el carácter de summum. Él, como todos los historiadores de la materia, entre ellos Ricardo Miranda Tarrillo, tenían por hecho que, en las distintas culturas de los cinco continentes, se jugó una modalidad muy propia del fútbol, incluyendo entre los incas donde el deporte estaba sujeto a la preparación militar para servir en los ejércitos del Hijo del Sol.
El maestro Justo Linares, investigador nato, reconoce el gran hallazgo de Ítalo Sifuentes Alemán sobre el origen del balompié en nuestro continente. |
Más bien, hay la certeza que la práctica del fútbol en nuestro medio fue alentada por los jóvenes peruanos que habían vuelto de Europa, adonde fueron enviados por sus familias para extraerlos de la ferocidad de la guerra del Pacífico. En la biografía del ilustre Luis Miró Quesada de la Guerra, nacido en Lima en diciembre de 1880, encontramos que, a su regreso a la capital, tuvo el gesto de animar a sus amigos a formar un club de fútbol, para cuyo efecto, las reuniones de los footballers tenían lugar en la oficina en que su padre dirigía al decano del periodismo peruano.
Los recordados exseleccionados Teófilo Cubillas, Julio César Uribe, Ramón Quiroga, Eusebio Acasuzo, Roberto Palacios y José Luis Carranza devoraron el libro "1832: Perú Pionero del Fútbol. |
Pero luego de esta
cháchara, volvamos al comentario sobre el valioso libro de Ítalo Sifuentes. El
notable hallazgo histórico, encontrado por él en los archivos del Lima
Cricket and Lawn Tennis, obliga a reformular la historia de nuestro
balompié.
A propósito, se ha
demostrado que el fútbol alcanzó mayor difusión, organización y popularidad al
llegar procedente de Europa, brincando el mar Atlántico, a las costas situadas
frente al Viejo Continente, al Brasil, Argentina y Uruguay. La enorme distancia para recorrer, pasando el estrecho de Magallanes y llegar a la costa occidental
de América, hizo que el fútbol se refugiara primero en Chile, llegando poco
después al Callao que por entonces era llamado “el puerto más remoto del mundo”
…hasta la construcción en 1903 del canal de Panamá.
Atendiendo el hallazgo de
Sifuentes Alemán, nos encontramos que 1832 fue una época de una gigantesca
erupción en la política peruana. La inestabilidad la hallamos con la salida del
Perú de San Martín y Bolívar. A través de cincuenta años, hasta 1872, el mando
supremo de la nación cayó exclusivamente en manos militares, con las graves consecuencias
de aquella arrebatiña.
Cuenta el maestro Jorge
Basadre en su monumental obra Historia de la República del Perú, edición
de 1963, Capítulo XV, El militarismo autoritario de 1829-1832, época
en que gobernaba don Agustín Gamarra quien a la sazón había salido de Lima a
hacerle la guerra a Bolivia, acto bélico que le negó el Congreso peruano. En
Lima, quedó la esposa de Gamarra la célebre “Doña Pancha” que con látigo a la
mano venció a los militares que estaban dispuestos a dar el golpe de Estado a su
marido el presidente.
Nos imaginamos que, entre
los soldados leales y los golpistas, jugaban un partido de fútbol, en aquel año
de 1832. Había una apuesta, soñamos: el ganador se quedaba con el poder. Tal
vez el partido no llegó a terminar porque doña Pancha, rifle en mano, les
ordenó a los jugadores a seguirla para abofetear o disparar contra los
golpistas listos en un cuartel cualquiera, para asaltar palacio de Gobierno.
Si aquel pasaje histórico
fuera cierto y está ahora escondido en algún archivo, tengamos por seguro que
lo encontrará Ítalo Sifuentes Alemán.
Lima, 7 de marzo de 2023
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