Amiga de las olas
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| Espectáculo entre las olas. Estética y valor. Valentina Escudero campeona Sub 14 en la tercera fecha del Circuito Nacional de Tabla. |
Por Wilder Buleje
Desde que incursionó en el surf Valentina Escudero solo tiene motivos para sonreír. Los resultados llegan como consecuencia de su aptitud para esta disciplina. Su permanencia en lo más alto de las categorías Sub 14, Sub 16 y Sub 18 se debe a esa actitud que la eleva contra viento y marea.
A sus trece años Valentina acaba de salir campeona Sub 14 y 3ra en Sub 16 en la tercera fecha del Circuito Nacional de Surf 2025. Ella es amiga de las olas y el mar la trata con cordialidad. Hay una comunión que sobrepasa cualquier explicación.
Debido a sus buenos resultados en otras categorías superiores Valentina fue recientemente convocada a la selección nacional Sub 18. El haber conquistado el título de campeona sudamericana Sub 14 también pesó a la hora de proyectarla hacia la alta competencia.
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| La revista Cosas valoró el título sudamericano de Valentina en la categoría Sub 14. La Fenta la incluyó en la selección Sub 18. |
Usualmente el segundo año de competiciones de un atleta es el más difícil: tiene que revalidar lo conseguido en la temporada anterior. Valentina tuvo un 2024 de fantasía con coronas locales e internacionales.
Hubiese sido normal que este 2025 tropezara con algunas dificultades, debido a que sus rivales con sus técnicos podrían plantear estrategias más rigurosas. También la tensión nerviosa de mantener el ritmo juega en contra de los competidores.
Sin embargo, Valentina Escudero empezó el año como si fuese su debut. Como si lo conseguido en 2024 formara parte de un pasado lejano. Son cualidades de una deportista diferente que cuando ingresa al mar olvida que está en una competencia y disfruta al máximo la experiencia.
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| A sus trece años, Valentina ya es una surfista con trayectoria y proyección. |
El atleta, en la disciplina que sea, mientras más cercanía tenga con el factor lúdico de su deporte mejor rendimiento alcanzará. Esta quizá sea uno de los factores que más sobresale en Valentina.
Empero, hay más. De esa alegría de surcar olas, de ese encanto en sus piruetas, hay un destello estético constante. El deporte también es espectáculo. Valentina consigue unir esos elementos tan difíciles de encontrar en una sola persona y por ello ofrece actuaciones memorables.
Estamos ante un prospecto con un futuro que admite los vaticinios más optimistas. Que ese afecto entre Valentina y las olas nos depare más alegrías en las competencias por venir.
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